Hoy Albacete respira baloncesto en silla de ruedas por los cuatro costados. Su equipo, el AMIAB es líder de la División de Honor y está clasificado para los cuartos de final de la Copa de Campeones de Europa. En sus filas dos chicas, dos andaluzas que siguen la estela de aquella joven almeriense que con 15 años comenzó a jugar a baloncesto en las tierras de Don Quijote al amparo del CRMF de Albacete.
Loli Muñoz, aterrizó en el CRMF de la ciudad manchega en Septiembre de 1982 para cursar sus estudios en este centro que tanto contribuyó a la formación de las personas con discapacidad en un momento en el que las adaptaciones y accesibilidad brillaban por su ausencia. Se trataba de unos espacios dependientes en aquel momento del INSERSO (Instituto Nacional de Servicios Sociales) en los que la persona discapacitada en edad de formarse y trabajar recibía (y recibe) la atención sanitaria que necesitase y una formación que le permita acceder al mercado laboral. Dentro de sus actividades, las deportivas adquirían gran importancia y la gran mayoría de ellos tenían equipo de baloncesto en silla de ruedas. Este era el caso del de Albacete.
La gran diferencia entre el CRMF de Albacete con respecto a los del resto de España, era que allí también se incorporaron las chicas a la práctica del baloncesto, participando durante muchos años en la liga nacional femenina y en la Copa de S.M. la Reina. Un grupo de pioneras entre las que se encontraban Juani Rovira, Juani Cánovas, Rubí Ariola, María Comino, Rosario Riquelme y la propia Loli Muñoz pasearon durante muchos años el nombre de una ciudad y el de un centro por toda la península. Allí los chicos ya practicaban esta modalidad deportiva y ellas se incorporaron a la misma con gran entusiasmo y poniéndole muchísima dedicación.

Partido femenino celebrado en Toledo
Esos años coincidieron con la surgimiento de la liga en la que tomaban parte cuatro equipos; el mencionado de Albacete; las gallegas de Ferrol y dos clubes catalanes, San Rafael y UNES de Sant Feliú. Se jugaba en régimen de concentración durante cuatro fines de semana, con sede en cada una de las ciudades que tenían representación.

CRMF Albacete
Loli militará en CRMF de Albacete las tres primeras temporadas. Eran tiempos de viajes tortuosos y de muchísimas dificultades para encontrar material adecuado y en los que muchas veces las féminas tenían que asumir de su bolsillo gastos del desplazamiento. Con la mayoría de edad cambió de aires pasando a formar parte del Basketmi de Ferrol, un equipo liderado por Loly Sandá con una plantilla corta que formaban Lucia Fontan, Maika, Isa Gonte, Pilar Bonome y Pepa, la cual completaban con “fichajes” de jugadoras como Ana Casal o Cande Vera junto a la propia Loli Muñoz.
Tras un año de experiencia en tierras gallegas, a más de 1000 km. de su casa situada en el extremo opuesto de la península, Loli regresó a Albacete militando nuevamente en el club manchego, que durante varios años será el aspirante a un cetro que año tras año pertenecía al Club San Rafael de Barcelona. El conjunto castellano conseguirá el segundo puesto en diversas ediciones de liga y copa. A título particular, Loli recibirá el trofeo a la jugadora MVP en la Copa de S. M la Reina’91 celebrada en Zaragoza en la que las manchegas debieron conformarse con la medalla de plata.
Tras otras tres temporadas en Albacete encauza su vida hacia Sevilla donde comenzará a jugar en la Buhaira, un club fundado en la capital hispalense a principios de los 90. Las andaluzas entrarán con fuerza en el panorama nacional y así Loli se proclamará subcampeona de la Copa de S. M. la Reina los años 94 y 95 y de liga la temporada 95/96. La temporada 96/97 en la que tres equipos íntegramente femeninos participaron en la liga masculina sin reducción en las clasificaciones de las jugadoras formó parte del Peraleda de Toledo con el que lograron ganar también la Liga Femenina de esa temporada y la Copa de SM la Reina.

Componentes del CRMF Albacete
Cuando se integró la liga femenina en la competición masculina, Loli entró a formar parte del Buhaira mixto compitiendo en el grupo andaluz de la segunda división, e incluso con algunas compañeras de Albacete lo hizo durante dos temporadas en el Andújar Mixto.
De Sevilla marchó a su Almería natal para ser una de las fundadoras del Cluminal, germen del actual Cludemi. Allí no llegó a jugar con el equipo almeriense pero se integró en la junta directiva. El parón por su embarazo iba a ser definitivo dedicándose posteriormente a su familia.

Selección española 1993
Loli fue el techo de la selección española participando en los Campeonatos de Europa de Ferrol’91 y Berlín’93. La andaluza estaría ausente en los Juegos paralímpicos de Barcelona, y pasado el europeo de Berlín en el que la selección española estaría dirigida por el sevillano Antonio Delgado Palomo, el baloncesto femenino español entró en su primer túnel ausentándose en el europeo de 1995. Cuando regresaron a la competición en el de Madrid’97 Loli ya no estuvo entre las elegidas por Josep Sabater.
Cuando actualmente vemos como algo habitual que haya mujeres dentro de las plantillas de baloncesto en silla de ruedas, participando activamente en las rotaciones. A pesar de que sean menos en número de lo que todos desearíamos, hemos de acordarnos de aquellas pioneras que con todo en contra emergieron en tres de las cuatro esquinas del país para poner los cimientos sobre los que crece nuestra selección femenina. Una de ellas, seguramente la primera jugadora andaluza, contribuyó a que Albacete y su CRMF fueran punto de peregrinación dentro de la emergente corriente del deporte femenino en España. Loli Muñoz con 12 internacionalidades fue durante más de una década la torre más alta de nuestro baloncesto de las cuatro ruedas.

Selección española Berlín’93
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