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Luis Albelda Berral. El espigado cordobés

20 septiembre, 2017 por J. Sanjuan 1 comentario

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Algunos de los componentes de la selección del europeo de Ginebra’81

El hospital sevillano Virgen del Rocío ha sido una de las canteras más prolíficas del baloncesto en silla de ruedas nacional. Entre los numerosos deportistas vinculados al centro hospitalario andaluz se encuentra Luis Albelda, protagonista de una de las etapas más esplendorosas de esta modalidad deportiva en España.

El Virgen del Rocío pronto comenzó a despuntar entre los equipos nacionales y sus jugadores se convirtieron en referente para los pacientes de la unidad de lesionados medulares que como Luis Albelda encontraron en la práctica deportiva, y más concretamente en el baloncesto un camino de normalización.

Estando hospitalizado, Albelda observaba cómo se desenvolvían jugadores del equipo como Montenegro o Emiliano de forma que representaban un verdadero estímulo para él. A pesar de que Antonio Jiménez, entrenador del equipo y responsable del programa de actividad física para pacientes del hospital, no se fijara en él en un principio, Luis tuvo muy claro en todo momento que el deporte, y en este caso el baloncesto iba a servirle para desempeñarse mucho mejor en su día a día, sobre todo teniendo en cuenta que en la década de los 70 encontrarse con numerosas barreras arquitectónicas  eran el pan de cada día para los usuarios de silla de ruedas en España.

Virgen del Rocío con equipación verdiblanca

De esta forma, en 1974 inició una de las carreras deportivas más laureadas del panorama nacional con 6 títulos de liga, 6 Copas de S. M. el Rey y 100 partidos con la selección española.

Sus primeros encuentros oficiales serían en la competición del Torneo Nacional de la Seguridad Social, incorporándose con buen pie a la misma ya que su equipo se impuso en las ediciones de 1974 y 1975.

Virgen del Rocío de Sevilla en una participación en Bélgica

En los inicios de la liga, Virgen del Rocío se erige como dominador de la misma, proclamándose Luis Albelda con él campeón en las ediciones de 1976/77 y 1977/78 y teniendo un protagonismo cada vez mayor dentro del equipo. Con la hegemonía del ADEMI de Málaga en la siguiente década, el Virgen del Rocío de Albelda, Cáceres, Montenegro, Alamillo, Jara, Moreno y Barrera, entre otros, tendría que esperar su oportunidad de sumar un nuevo título hasta la temporada 87/88.

Los otros tres títulos de liga los conquistaría en la década de los 90 con el ONCE de Andalucía, equipo por el que fichó en 1991 y con el que ganó las ligas de 91/92, 92/93 y 93/94 y en el que permanecería hasta su retirada en el año 2000.

La Copa del Rey es un título obtenido por Luis Albelda hasta en seis ocasiones, cuatro con el Virgen del Rocío en las ediciones de 1978, 1982, 1985 y 1987; y dos con el ONCE Andalucía en 1992 y 1994.

Virgen del Rocío. Años 70

La trayectoria internacional de Luis Albelda es espectacular. Desde su debut con la selección española en 1977 el sevillano ha participado en tres Juegos Paralímpicos, seis campeonatos de Europa, dos Campeonatos Mundiales de Stocke Mandeville y en la fase previa de la Copa de Oro.



Las citas paralímpicas en las que Albelda tomó parte fueron los JJPP de Stocke’84, Seul’88 y Barcelona’92. En cuanto a resultados y experiencia los de la ciudad condal quedaron marcados con letras de oro en el historial del andaluz, por un lado al lograr un diploma paralímpico y por otro al ser el marco en el que dijo adiós a la selección española junto a jugadores como Joaquín Fernández, Eloy Guerrero o Manuel Cáceres que habían marcado una época en la selección.

De Paz, Ibarreta, Loly Sando, Ana Aguiriano y Luis Albelda en Bacelona’92

Los campeonatos de Europa significaron las primeras experiencias internacionales de Luis Albelda. Si bien debutó en el Campeonato de Reaalte (Holanda) en 1977, no regresaría a la selección hasta el de Ginebra (Suiza) de 1981 y esta vez lo hizo para quedarse, siendo un fijo en las convocatorias de los diez siguientes años. Así formaría parte de la expedición española de los europeos de Falun’82 (Suecia), París’83 (Francia), CharlevilleMeziers’89 (Francia) y Ferrol’91.

Selección española. 1987

La localidad británica de Stoke Mandeville reunía anualmente a las más destacadas selecciones del globo en lo que se consideraba el Campeonato del Mundo oficioso de baloncesto en silla de ruedas. En esta competición llegarían los mejores resultados para España en las décadas de los 70 y 80, venciendo en la edición de 1985 con Luis Albelda desempeñando un papel estelar. El de Puente Genil, afincado en Sevilla desde los 4 años, repetiría en 1986, si bien en esta ocasión se quedaron a las puertas de las medallas con un cuarto lugar.

Su experiencia internacional la completa la participación en la fase previa de la Copa de Oro (Golden Cup) de 1985, celebrada en Gits (Bélgica), alcanzando de esta forma las 100 citas con la selección, en un momento en el que las competiciones contaban con menos partidos que en la actualidad. Durante once años Albelda fue un fijo en la selección española, siendo considerado por muchos el mejor jugador de puntuación 1 del país.

Virgen del Rocío

Su papel resultó más determinante en el momento que se cambió el sistema de clasificación al “endurecerse” las características de los clase 1. Albelda entraba en el perfil de jugador trabajador pero con una buena visión y siempre aportaba puntos siendo seguro de cara al aro. Como el resto de deportistas de la época, siempre tuvo el hándicap de que el material utilizado en España era mucho más pesado que el que empleaban sus rivales. Un factor que no cambió hasta Barcelona’92. Esta evolución ha supuesto un avance fundamental para los éxitos de los equipos españoles.

Forjado en la cantera sevillana, esa que tantos jugadores y éxitos ha dado al deporte español, sin salir de casa, cambió a medio camino de su trayectoria deportiva el Virgen del Rocío en el que se formó para el deporte y la vida por un ONCE Andalucía que emergía como un cohete, siendo él la guinda que le faltaba al equipo “cuponero” para alcanzar un quinteto redondo.

Luis Albelda jugador del virgen del Rocío

Se retiró de las pistas en el año 2000, con el siglo XXI, después de vivir el éxodo por el desierto del equipo de la ONCE tras el surgimiento de su hermano pequeño en Madrid. Manteniendo al conjunto sevillano entre los grandes pese a la marcha de puntales como De Paz, Cobos o Gavira. Y lo hizo como jugó, con prudencia y sin grandes estruendos. Con el respeto y el aplauso de todos a un jugador de gran nobleza que hizo del deporte una escuela en la que aprendió e impartió cátedra de la asignatura que mejor dominaba, la del baloncesto de las cuatro ruedas.

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Comentarios

  1. Jorge lopez jara dice

    26 septiembre, 2017 at 11:01 pm

    Sigue sentando cátedra con su personalidad infinitamente bondadosa gracias x existir aunque sea un poquito en mi vida tengo la suerte de disfrutarle y a su Señora .

    Responder

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