La estampa del árbitro alto, delgado, a veces con bigote, gafas grandes y flequillo de época, ha dado paso, cuarenta años después, al dirigente experimentado y curtido en mil batallas tanto en la Federación Española de Deporte para Personas con Discapacidad, como la IWBF, sin olvidarnos la Federación catalana.
Por el camino, muchos años de trabajo por un deporte espectacular pero minoritario; por reforzar la figura arbitral en un mundo en el que el protagonismo es del deportista, pero éste necesita de otros actores para que la obra sea un gran éxito, y lo será si estos compañeros de reparto están al nivel de la obra.

Ricardo Moreno en la Copa Andre Vergauwen de 1998 celebrada en Zaragoza
Muchos años llenos de momentos intensos en los que las amistades forjadas, experiencias vividas y los reconocimientos a la labor recibidos compensan los sinsabores, que siempre lo hay, cuando se está a los niveles que Ricardo Moreno se ha desenvuelto.
Su trayectoria deportiva no está nada mal para el joven barcelonés, con sangre andaluza y aragonesa, que llegó al mundo del arbitraje por “error”, cuando a los 18 años, y queriendo hacer un curso de entrenador de baloncesto, junto a un amigo del colegio, se metieron en el aula donde se impartía el curso de arbitraje, y ya que estaban, se sacaron el título.

Antonio Marco y Ricardo Moreno con los jugadores de la selección
También resulta curioso su aterrizaje en el mundo del baloncesto en silla de ruedas, ya que arbitró su primer encuentro el año 1976 en el Pabellón del Instituto Guttman de la Calle Garcilaso, tras cambiarle el partido por tres en Molins de Rei a un veterano colegiado del comité arbitral de Barcelona al que no le había hecho mucha ilusión su designación para el partido de baloncesto en silla de ruedas.
En esa primera aparición llegó sin conocer las normas específicas de esta modalidad deportiva, algo que solía ser muy habitual en la época, por lo que la propia dinámica del juego y la inestimable ayuda de los jugadores tanto del Instituto Guttman como del Virgen del Rocío y del seleccionador nacional, José Barbero, que se encontraba siguiendo a varios jugadores de la selección, le servirían para sacar adelante una situación al menos comprometida.

Marco, Barbero y Ricardo Moreno. Tres mosqueteros del bsr en la década de los 80
El propio Barbero, a quien conocía por ser Presidente del Comité Nacional de baloncesto infantil y minibasket dentro de la Federación Española de Baloncesto, fue quien le animó a que hiciera en Stoke Mandeville el curso internacional de arbitraje de baloncesto en silla de ruedas, lo que sucedió en el año 1978, convirtiéndose de esta forma en el primer colegiado internacional español en la modalidad deportiva que nos ocupa.

Ricardo Moreno arbitró en el II Trofeo Internacional «Ciudad de Zaragoza» en 1986
A partir de ahí, una trayectoria envidiable en el ámbito del arbitraje de baloncesto en silla de ruedas. A nivel internacional participó en 3 Juegos Paralímpicos Arnhem (NL, 80), Stoke Mandeville (GB, 84) y Seúl (KOR, 88). Los Campeonatos de Europa en Lorient (Fr, 87) y Char-Leville (Fr, 89). Árbitro en el Torneo de la Copa Oro en Tampa (78, EE.UU.), Melbourne (86, AUS).

Equipo de trabajo de la IWBF Europa
Ha participado en otros 4 Juegos Paralímpicos, 3 como árbitro senior instructor (Atlanta, Sidney y Atenas) y en los de Pekín como comisionado.
Desde 1985 hasta 2011 ha sido examinador y supervisor de árbitros internacionales IWBF, organismo de cuyo comité técnico fue presidente desde 1991 hasta 2011 y vocal ejecutivo desde esa fecha hasta 2015.
Dentro del Comité técnico de la IWBF Europa, fue miembro desde 1988 hasta 2011.

Comisión técnica de la IWBF Europa
A su vez, en la IWBF también ha sido presidente del Comité de Competiciones de 1994 a 1998 y desde entonces hasta 1994 vocal ejecutivo.
A nivel nacional actuó como árbitro de la liga española desde 1976 hasta 2010, siendo miembro de la Comisión arbitral de bsr de España desde 1988 hasta 2015.
Esta labor en el mundo del baloncesto en silla de ruedas lo compaginó con su aportación en el baloncesto convencional, en el que fue comisario de la ACB desde 1987 hasta 1993.

Barcelona’92. Juan Antonio Samaranch visita a Ricardo Moreno
Mención especial merece su trabajo dentro del Comité Organizador de Barcelona’92, donde fue Director de Baloncesto en silla de ruedas, habiéndose integrado a su vez en la organización de la competición de baloncesto que será recordada por la participación del primer “Dream Team” estadounidense. Esta designación, depositando su confianza en él, con el posterior trabajo desarrollado y el éxito organizativo de los Juegos Paralímpicos de Barcelona’92 y especialmente del baloncesto en silla de ruedas haría que estos juegos dejasen una huella imborrable en la memoria de Ricardo Moreno. Por todo lo anteriormente expuesto y por el valor sentimental del hecho de que todo ello se produjera en su ciudad natal en un momento clave del desarrollo del deporte adaptado en España, los JJ.PP. de Barcelona’92 son un momento espectacular en su recorrido.

Toda una institución en IWBF Europa
Su dilatada trayectoria ha recibido diversos reconocimientos como son Medalla Plata al Mérito Deportivo Fed. Catalana de Baloncesto en 1988; el Trial medall Award concedida por IWBF Mundial, o el nombramiento como miembro de Honor por parte de IWBF Europa, ambas en 2015.
Sin lugar a dudas, uno de los momentos más especiales lo vivió el pasado mes de Junio cuando recibió a manos del Presidente de la FEDDF el premio Juan Palau por su trayectoria deportiva, la cual transcurrió durante muchos años de la mano del histórico dirigente catalán.

Ricardo Moreno, Presidente del Comité de árbitros de la FEDDF
En la actualidad es examinador y supervisor de la IWBF de árbitros internacionales, Asesor IWBF TC y Presidente Comité Árbitros y Jueces de la FEDDF, cargo que le lleva a ser miembro de la Junta Directiva de la FEDDF.
A su vez es Vicepresidente de la Federación Catalana de Deportes para Personas con Discapacidad Física.
Esta presencia a nivel internacional, entre otras muchas cosas, ha servido para abrir las puertas a nuevos compañeros que se sumaron al arbitraje internacional a partir de 1992, o para respaldar desde dentro las candidaturas de clubes españoles a la hora de organizar competiciones europeas.
En Ricardo Moreno, el baloncesto en silla de ruedas español siempre ha tenido un punto de apoyo, un referente a la hora de mejorar en el conocimiento de normas y con su trabajo dotar de seriedad a este baloncesto que tanto queremos. Todo ello le hace ser una leyenda del baloncesto de las cuatro ruedas.
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